en defensa de lo fantástico
antes de empezar
Primero de todo me gustaría aclarar que la intención de esta entrada no es provocar un enfrentamiento entre distintos géneros literarios. Cada lector o lectora tiene sus gustos particulares y elegirá sus lecturas según lo que más le apetezca en cada momento. La enorme riqueza de géneros, estilos y temáticas posibilita que siempre encontremos algo que nos interese leer. No escondo que dentro de la fantasía también hay libros mal escritos, ideas repetitivas o finales que te dan ganas de tirar el libro por la ventana (por desgracia me he leído más de uno).
No trataré de anteponer la literatura fantástica a otros géneros, ni caer en el error de menospreciarlos porque a mí no me interesen sus historias. Pero tampoco es justo despreciar todos los libros de fantasía únicamente porque sus protagonistas no pertenezcan al mundo real.
¿UN GÉNERO INFRAVALORADO?
Siento que a la literatura fantástica no se le da el reconocimiento que merece y no alcanzo a entender el porqué. No puedo quitarme la sensación de que, a pesar de la gran cantidad de autores y autoras que escriben género de fantasía, del enorme número de ventas que estos libros generan un año sí y otro también y lo que nutren a guiones de series y películas de éxito mundial, la literatura fantástica sea un género infravalorado.
No es que quiera convertirme en el paladín que defienda la fantasía frente a las hordas salvajes de la literatura realista. Ni doy el perfil de héroe ni es necesario que lo haga pues la literatura fantástica se basta y sobra para defenderse sola. Pero me da mucha pena que se considere un género menor apto únicamente para el público infantil o reducto de frikis que juegan a rol y coleccionan muñequitos de guerreros, magos o dragones.
Siempre es molesto sentir el desprecio hacia algo que a ti te apasiona, pero ya ni me molesta. En el fondo me da lastima que, por prejuicios, mucha gente se pierda estos libros que nos transportan a mundos de fantasía, aventuras épicas, personajes extraordinarios y giros inesperados en las tramas.
POSIBLES CAUSAS
Tras esta pequeña introducción al tema analicemos las dos razones por las cuales creo que la literatura fantástica está infravalorada:
Se considera que está enfocada al público infantil y juvenil. Es cierto que se escriben muchos libros de fantasía pensando en estas edades, pero eso no quiere decir que toda la literatura fantástica sea apta para la infancia. De hecho hay gran cantidad de libros de fantasía que no deberían leerse con menos de, al menos, dieciséis años. En las bibliotecas la sección de fantasía suele estar dentro de la zona infantil. Yo me inicié tarde en la lectura y la primera vez que fui a la biblioteca pública en busca de nuevas sagas tendría ya unos veinte años. Llegué allí sin tener ni idea de cómo se organizaba una biblioteca y recorrí todos los pasillos de narrativa buscando los escritores de mi lista, pero no encontraba ninguno. Al final me decidí a preguntar en el mostrador y me dijeron que todos esos libros estaban en la zona infantil. La mujer del mostrador debió de ver mi cara de decepción y me explicó que podía coger libros de allí con mi carnet. Así que bajé a la planta -1 y por fin localicé lo que estaba buscando. Me asombró que libros de más de quinientas páginas y en los que se describían cruentas batallas, muertes horribles y tramas políticas complejas compartieran estantes con Los cinco, Gerónimo Stilton, Kika superbruja o cuentos clásicos. Afortunadamente ahora ha cambiado algo la organización y dentro de la zona adulta existe un pasillo dedicado a la literatura fantástica y allí están Canción de Hielo y Fuego, la saga de Geralt de Rivia, Malaz y otras sagas no aptas para menores.
Una segunda razón es que se suele considerar un género escapista. Es decir, que se lee para evadirse de la realidad y entrar en un mundo imaginario. Esto puede llevar a algunas personas a pensar que la literatura fantástica no es tan «seria» como la literatura que trata temas más cercanos a la realidad. He visto gestos de desprecio e incomprensión al oírme hablar del último libro que me estaba leyendo y descubrir que sus protagonistas eran magos, guerreros, elfos y criaturas fantásticas.
UN GÉNERO MUY INTERESANTE
Hablemos ahora de lo que, desde mi punto de vista, son las grandes fortalezas de la literatura fantástica.
- En primer lugar, nos permite explorar mundos imaginarios que no existen en la realidad. Mientras el mundo real, por resultarnos conocido y cotidiano, puede no representar ningún nuevo reto, en la literatura fantástica podemos adentrarnos en reinos mágicos, explorar tierras lejanas y librarnos de las limitaciones propias de nuestro planeta. ¡Incluso podríamos aprender un par de conjuros en el camino!
- En segundo lugar, la literatura fantástica puede ser una herramienta útil para explorar la condición humana y los grandes temas de la vida. El mundo de la fantasía nos invita a reflexionar sobre temas universales a través de metáforas y alegorías. La lucha entre el bien y el mal, la fuerza de la amistad, la corrupción del poder, la organización social y política, la diversidad y la búsqueda de la identidad… Todos estos temas son explorados de manera ingeniosa y entretenida en las sagas y novelas fantásticas ayudándonos a comprender nuestro mundo.
- Por último, la literatura fantástica nos permite evadirnos de la realidad, escapar de la monotonía y dar rienda suelta a nuestra imaginación de la manera más gloriosa posible. Su lectura nos provoca un gran placer y múltiples experiencias emocionales. Hablamos de diversión y entretenimiento, lo que debería ser el primer objetivo de un libro narrativo. Esto puede ser muy beneficioso para nuestra salud mental, ya que nos permite relajarnos y olvidarnos de los problemas de la vida cotidiana. ¿Acaso no es emocionante acompañar a un grupo de valientes en su búsqueda de tesoros legendarios? ¿O sentir la adrenalina al enfrentar monstruos temibles junto a algún personaje improbable?
CONCLUSIÓN
Si tu también eres amante de la fantasía, la próxima vez que alguien menosprecie este género, recuérdale que en la literatura fantástica se encuentran algunas de las historias más épicas, emotivas y emocionantes que el mundo de la literatura puede ofrecer. Y si eso no es motivo suficiente para amar lo fantástico, ¡entonces no sé qué lo es!
Así que alcemos nuestras espadas, varitas mágicas o cualquier otro objeto misterioso que tengamos a mano, y proclamemos con orgullo nuestro amor por la literatura fantástica. Porque, al fin y al cabo, ¿quién no necesita un poco de magia en su vida?
Que los libros nos guíen hacia mundos inexplorados.
FANTÁSTICAS OBRAS FANTÁSTICAS
No ves doble, no te preocupes. Lo que pasa es que los enlaces que te dejo a continuación son de sagas de fantasía y además son fantásticas, maravillosas, de las que no podrás dejar de leer hasta que averigües cómo acaban todas las tramas.
¡Mucha suerte en tu próxima aventura por cualquiera de estos mundos!
- La Tierra Media de J.R.R. Tolkien. El hobbit y El señor de los anillos.
- Mundodisco de Terry Pratchett.
- Harry Potter, de J.K. Rowling.
- Dragonlance, de Margaret Weis y Tracy Hickman
- Crónica del asesino de reyes, de Patrick Rothfuss.
- Dune, de Frank Herbert.
- La historia interminable, de Michael Ende
Hay muchas más sagas, pero ahora es tu turno de opinar. Dejo dos preguntas y puedes responder a una de las dos o a las dos si lo prefieres.
¿Crees que la literatura fantástica está infravalorada respecto a otros géneros?
¿Qué sagas de literatura fantástica has leído y quieres añadir a la lista?
Siempre ha sido un género considerado de segunda, pero no me importa, es el que hizo que amara la literatura
Sin duda, una cosa es el lugar que ocupa en las absurdas categorías en que nos empeñamos en clasificar todo y otra el lugar que ocupa en nuestros corazones.
Totalmente de acuerdo. En general hay poco conocimiento de literatura fantástica en las bibliotecas y suelen hacer un cajón desastre con todas la obras de fantasía.
Es una pena, pero es así. Supongo que si en la biblioteca hay alguien que le guste la fantasía será diferente, pero lo normal es decidir que fantasía es igual a juvenil.